Leyenda: el secreto del colegio Luz Benavides (Segunda parte)

Al llegar la maestra se sorprendió al ver la puerta abierta del salón, apresuró su paso para prender las luces del lugar, antes de entrar les contó que varios años atrás una compañera de ella había sufrido la pérdida de su madre y que era la mejor alumna de su generación, tanto que la relación de ésta con la dirección del colegio era magnífica, y que por esa razón, la directora le ofreció una beca, que en ese entonces no se daban en el colegio.

Atentas a lo que les estaba contando de pronto las luces del salón se apagaron, el colegio estaba a oscuras, la maestra les pidió que no se separaran, que bajarían todas juntas para buscar una linterna, cuando se disponían a dejar el salón los lamentos de una chica se escucharon, causando entre las muchachas el miedo y la angustia de querer salir de inmediato del lugar, la maestra les pidió que guardaran la calma, que en cuanto salieran de ahí ya nada pasaría.

Bajaron al pasillo en donde estaban las bancas, en donde se encontraba ya la intendente del lugar con una linterna, les pidió que se fueran, ya era hora de cerrar el colegio, que si la directora se enteraba que habían estado hasta tarde en él, le podía costar su trabajo, la maestra la convenció de que les permitiera quedarse un poco más que debía terminar la historia que empezó contar.

Accediendo al pedimento hecho, la maestra siguió contando que la muchacha a la que habían oído se llamaba Aurora y que su estancia en el colegio después de la muerte de su madre la había trastornado tanto, que se pasaba llorando por los pasillos del colegio, mencionó que tenía un novio que conocía la directora, que era un muchacho de familia acomodada y que a pesar de que las reglas del colegio eran muy estrictas respecto a los muchachos, a ésta se le permitió por un favor especial de la dirección que el novio pasara por ella por las tardes.

Las chicas estaban atentas a lo que maestra les contó, el nerviosismo y miedo no se alejaba de ellas, la lluvia hacia el ambiente en el colegio se hiciera misterioso y tenebroso por los largos pasillos que en el existían.

Les contó que un día el novio de Aurora no llegó por ella, le había dejado el recado con la secretaría, era un viernes, llovía sin parar, ese día se le observó más callada que de costumbre, se había dado la salida temprano a las alumnas, nadie supo de ella, se presumió que se quedó en el salón de máquinas sin que nadie se diera cuenta, vivía con su padre que viajaba por cuestiones de su trabajo, nadie notaría su ausencia ese día.

Al lado del colegio era un estacionamiento que estaba en servicio las 24 horas, estaban dos muchachos en el horario nocturno y contaron que escuchaban a una chica llorando y lamentándose sin parar, toda la noche del viernes, pero que no sabían de dónde venían los lamentos, ya que con los truenos y la lluvia no se podía identificar el lugar de donde venían, pero que solo ese día se escuchó lo que contaron.

El lunes por la mañana cuando el personal directivo y docente llegaron antes de inciar las clases como era costumbre, la intendente que estaba presente escuchando lo que la maestra contaba, al abrir los salones se encontró con un macabro cuadro en el salón de máquinas, Aurora se había suicidado, colgándose de uno de los barrotes del salón. La escena era escalofriante, la chica tenía dos días de haber muerto, con la cara destrozada con sus propias uñas, era verdaderamente tétrica la situación.

A las alumnas ese día no se les permitió la entrada al colegio, argumentándoles que no había energía eléctrica y que lo mejor era que se regresaran a su casa, ésto causó alegría en las alumnas ya que era extraordinario que les dieran el día ya que nunca había pasado una situación así.

El colegio fue cerrado, permaneciendo en su interior todo el personal que laboraba, la directora no dio parte a las autoridades hasta pasado el medio día, la reputación del colegio estaba en juego, se consultó con abogados y allegados de la directora para saber cómo se iba a menejar el asunto, era en esa época un gran escándalo.

Por los contactos de la directora, el cuerpo de la joven fue bajado de la viga y depositado en el sillón de la dirección, se llamó a su padre y las autoridades le hicieron sentir culpable de lo que su hija había hecho, por no haber estado con ella en los momentos más difíciles en que lo necesitó.

La familia de la secretaria de la directora tenía una funeraria, así que se hicieron los arreglos tanto con la autoridad como con el padre de Aurora, nadie debería de enterarse de lo ocurrido, y así fue, el secreto era guardado celosamente.

La maestra les contó que después de ese día el salón de máquinas permanecía cerrado cuando no estaba en uso, que ella se enteró de lo que había ocurrido porque conocía a Aurora, fue su compañera y que al pasar a ser parte del personal, pasaba mucho tiempo ahí, y que una tarde de lluvia, la escuchó y vio la silueta de su compañera colgando de la viga, así que la subdirectora le contó lo sucedido, haciéndola prometer que no podía contarlo y mucho menos a las alumnas.

La maestra le mencionó a Magda que los días en que se acercaba el aniversario de la muerte de Aurora, el alma penaba por el colegio y que su espíritu no encuentró la paz que necesita para poder irse.

Cayó la noche y abandonaron el colegio, la historia fue contada el día del aniversario de la muerte de Aurora, Magda se gradúo con sus compañeras y el secreto se quedó ahí, nunca contaron nada.

Laurita Garza
@LauritaGarzacom